Por Sean Buchanan
Las plantas de carbón de los países del Grupo de los Siete (G-7) más ricos le costarán al mundo 450.000 millones de dólares anuales a fines de siglo y reducirán los cultivos del planeta en millones de toneladas, a medida que aceleren el ritmo del cambio climático, según un nuevo informe de la organización humanitaria Oxfam.
Durante el lanzamiento del informe “Que coman carbón”, que cuenta con el respaldo de empresarios, académicos y climatólogos, Oxfam advirtió que el carbón es el mayor impulsor del cambio climático, que ya afecta con mayor dureza a la población más pobre del mundo y dificulta la lucha para acabar con el hambre.